Dilma Rousseff, contra Michel Temer: "El presidente interino no sólo es un traidor sino un usurpador"
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, alejada de su cargo desde mayo por el proceso de impeachment que juzga ilegalidades en las cuentas públicas, vive la fase final del juicio político en su contra prácticamente sola en el Palacio de la Alvorada, con un área total de 400.000 metros cuadrados. La entrevista tiene lugar en la enorme sala de los Estados. Rousseff posa sonriente frente al enorme tapiz del fallecido artista brasileño Kennedy Bahía. Predominan los tonos rojos, también presentes en su chaqueta sobre traje negro y en su carmín. Aunque esté a pocas semanas del juicio final en el Senado que podría terminar con su mandato, aunque las detenciones por corrupción se acumulen en el entorno de su partido y de su ex Gobierno, parece más relajada y alegre que durante su presidencia, que se inició en 2010 como continuación del Gobierno de Lula da Silva y se prolongó con su reelección en 2014. A dos días de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos, asegura que se siente como la "Cenicienta de la fiesta", por haber sido invitada sin poder presidir la apertura. Intenta pronunciar el fonema de la C española: "Es tan bonita la palabra en castellano, de quien vive entre cenizas..."
El jueves pasado presentaron las alegaciones finales de cara a la última fase del 'impeachment', ¿cómo están siendo estos días para usted y qué espera a partir de ahora?
Estamos en una fase intensa, ahora empieza el proceso final. He hablado con algunos senadores y también participo activamente en la defensa. No la redacto, pero leo todas las piezas. Nos manifestaremos otra vez en el juicio. Vamos a evaluar las condiciones en las que comparecer en la sesión final. Mi idea es comparecer pero quiero ver en qué condiciones.
¿Considera a Michel Temer, su ex vicepresidente y ahora presidente interino, un traidor?
No sólo le considero un traidor, sino también un usurpador. Conspiró para el golpe. Se alineó con el ex presidente de la Cámara [Eduardo Cunha] en un proceso de impeachment que fue conducido de forma poco ética conmigo y con la población.
¿Usted confía en la Justicia o cree que participó de lo que usted llama golpe?
Yo confío en la institución de la Justicia, no creo que ninguna institución participara en el golpe. Ni el judicial, ni el legislativo ni las fuerzas armadas. Lo que hubo son miembros de todas las instituciones que participaron de alguna forma.
En la primera sesión del plenario que precipitó su alejamiento temporal del cargo, 55 senadores votaron a favor del cese y 22 en contra. Hay que convencer a unos cinco senadores para que cambien el voto. Entonces, ¿por qué se respira pesimismo en su propio Partido de los Trabajadores (PT)?
El Senado ha estado parado en las últimas semanas y ahora retoma su actividad, va a haber una movilización mayor. No voy a hablar de nombres concretos, pero la sensación de que no es un gobierno popular se traslada de la sociedad al Senado. Las personas, como se vio en las marchas del pasado viernes, comienzan a percibir que hubo una manipulación de los medios en la construcción del ambiente para que se dieran condiciones para el 'impeachment'. Los medios intentan decir que el impeachment ya ha tenido lugar. Como los grupos y personas que defienden el golpe están mejor representados por los medios, tienen más condiciones de exteriorizar ese sentimiento. Muchos de los que votaron a favor del impeachment lo que querían era que se frenaran las investigaciones contra el caso Lava Jato. Y el Gobierno interino está tomando medidas contra derechos sociales como la jubilación o el despido. Mucha gente se siente engañada.
La oposición al Gobierno de Temer ha sido mucho menor que la oposición a su propio Gobierno. ¿Se siente decepcionada con la movilización de la izquierda?
No, yo creo que la izquierda se movilizó bastante después de la votación en la Cámara, hubo marchas en 26 ciudades. A partir de ahora creo que volverán a hacerlo. Estamos a punto de empezar los Juegos Olímpicos y eso puede dar una visibilidad mayor a los movimientos. Además, yo creo que el impeachment tampoco consigue ya movilizar igual a la población, como se vio en las marchas del viernes, porque las personas empiezan a sentir que fueron engañadas cuando ven muchos ministros corruptos asumir cargos en el gobierno de Temer.
Las manifestaciones, como las redes sociales, muestran una polarización nunca vista en el país.
Han crecido los mensajes de intolerancia y prejuicio contra la libertad de las mujeres y también la homofobia, estimulada por sectores de la oposición y parte de los medios. Pero también ha crecido la reacción a ese odio. Estamos en un momento de pérdida de derechos sociales que afecta a varias camadas de la sociedad. Ciertas cosas son absurdas. En un país con una Constitución que prevé un Estado laico, no es aceptable que se asuman posiciones religiosas en las leyes como pretendía el ex presidente de la Cámara, Cunha. El Estado se asienta en la diversidad, que está en la esencia de nuestra unión como pueblo.
¿Usted cree que el Congreso refleja esa diversidad?
No, no lo hace, pero aún menos un Ejecutivo interino formado por hombres blancos, ricos y muy masculinos. Hombres, en fin.
¿Es esa falta de diversidad lo que le dificultaba negociar con el Congreso o, como dijo recientemente, una voluntad de chantajearla por parte los diputados?
Yo tenía relación con el Congreso. Pero era difícil negociar. La agenda del ex presidente de la Cámara, que fue alejado por tener cuentas en Suiza y haber lavado dinero, no coincidía en absoluto con la del Gobierno. A pesar de que su partido hasta entonces era centrodemocrático, él es extremamente conservador.
Con ese conservadurismo, él consiguió convencer al Congreso para aprobar las leyes y el 'impeachment' y usted no.
Talvez él tuviese más recursos para persuadir a los congresistas que el Ejecutivo. Financiaba sus campañas, en primer lugar, y en segundo están las acusaciones del Fiscal General contra él. [Fue acusado de corrupción y cobro ilegal, pero también de mentir en las Comisiones parlamentarias e intentar desviar las investigaciones contra el caso Petrobras]. Como esto no es un régimen parlamentarista, no es suficiente con no aprobar la gestión de un presidente para someterle a una cuestión de confianza. No es legítimo que el Congreso saque a un presidente sin causa jurídica. No hay delito en las maniobras fiscales.
Y si es ilegal, ¿por qué el 'impeachment' no ha sido vetado por el Supremo?
Aún no hemos pedido al Supremo que vete el mérito del impeachment, es algo que haremos cuando creamos oportuno si es necesario, porque el juicio aún no se ha llevado a cabo.
Usted rechazó recientemente asistir a la ceremonia inaugural de los Juegos del próximo viernes.
Imagina que vas a dar una fiesta, trabajas durante varios años para la fiesta, montas las condiciones, colocas la iluminación, llamas a la prensa... Y el día de la fiesta alguien llega, toma tu lugar y se apropia de la fiesta. En esta historia de los Juegos, yo soy la Cenicienta, la invitan a la fiesta pero se tiene que ir antes, vive en las cenizas.
La pasada semana, 'Lula' fue imputado por obstrucción a la Justicia, ¿sigue defendiéndole?
Lula es un hombre íntegro y correcto que ha sido blanco de una persecución. Y por las encuestas que hemos visto, es un candidato fuerte para las elecciones de 2018. No creo que Lula vaya a ir preso. Si es detenido, habrá una gran conmoción en el país. El presidente Lula va a saber responder a las acusaciones correctamente y así va a mostrar su compromiso con la justicia del país.
¿No cree que es normal que mucha gente sospeche que usted conocía la trama corrupta, después de que al menos dos procesados lo hayan expresado en sus declaraciones a la policía y también por los cargos que usted ocupaba, siempre próximos Petrobras?
No se puede sospechar a partir de declaraciones, sino de pruebas y evidencias. Ya le dieron la vuelta a mi vida de lado a lado y del revés y no hay nada que me relacione con actos de corrupción. No recibí dinero de ninguna trama, no participé de ninguna manera y no tengo cuentas en Suiza.
¿Y no sabía que esa corrupción tenía lugar?
Creo que es extraña esa pregunta. Porque son muchas instituciones las que estaban relacionadas con Petrobras. La Comisión de Valores Mobiliaria, el Tribunal de Cuentas o las empresas auditoras. ¿Ellas sabían que esa corrupción tenía lugar? No. Lo que vale para ellos, vale para mí. La corrupción es un proceso insidioso que se da escondido. Es muy difícil, sin tener instituciones fuertes y legislaciones adecuadas. ¿Y cuándo fueron fortalecidas? En el Gobierno de Lula y en mi Gobierno. Se empezó a luchar contra la corrupción mediante nuevas leyes y medidas.
¿Se siente más cómoda, como parece por su actitud, luchando contra el 'impeachment' que como presidenta?
Ejercer en el Gobierno es una tarea de todos los minutos del día. No estás haciendo una oposición, estás construyendo, y eso es mucho más difícil que luchar contra la injusticia. Tienes que tomar muchas decisiones, muy difíciles algunas. Gobernar exige que tomes sistemáticamente decisiones todos los segundos y minutos de tu vida.